Dado el uso convencional del plan de empresa, pareciera asemejarse
en nuestro contexto a un proceso de acción previo, en el cual, se establecen
las condiciones relacionadas con: clientes, competencia, proveedores,
instalaciones, proyecciones de venta, diseño de planta, identificación de
recursos (humanos, técnicos, tecnológicos, entre otros), costes e ingresos
proyectados, niveles de rentabilidad esperamos y ante todo, caracterización del producto o servicio.
No podemos dejar
de lado, que existe una discusión actual en cuanto si debería ir primero el
desarrollo del producto y la identificación de un mercado potencial, antes que
cualquier otro cálculo, esto más relacionado con el modelo CANVAS, del cual
hablaremos en otro espacio dentro de este blog.
Más allá de las
discusiones posibles, identifico al plan de empresa como un procedimiento
valioso que permite a través de un plan de acción ordenado (bien sea secuencial
o simultáneo en algunos casos), aterrizar al futuro empresario para que
comprenda todas las dimensiones que involucra la creación de una empresa, y también, un espacio de análisis para que quien tiene ya estructurada su empresa, pueda investigar, qué nuevas líneas de productos o servicios puede necesitar un mercado ya establecido, o uno nuevo en proyección.
Dentro de mi
experiencia docente, he observado que la identificación de un producto, no
necesariamente responde a la caracterización inicial del mismo, y los procesos de
investigación realizados por mis estudiantes, les han llevado a hacer más
específica su propuesta, estructurando un producto hecho a la medida de un
grupo de consumidores (segmentación). Esta homogeneidad de clientes, por
sus gustos y sus intereses, permite enfocar al futuro empresario, para que
responda al mundo y no a su visión del mundo, por lo mismo, podría decir que
más allá del acierto o desacierto en el desarrollo del plan de empresa y su
aplicación, este provee por su diseño, de una ventana a la realidad y a los
intereses de los consumidores.
Visto como anticipación, es a la vez una herramienta para la toma de decisiones, bien sea, en ajuste de las propuestas iniciales, o para la aplicación o no de la propuesta de negocio o de producto según sea el caso.
Visto como anticipación, es a la vez una herramienta para la toma de decisiones, bien sea, en ajuste de las propuestas iniciales, o para la aplicación o no de la propuesta de negocio o de producto según sea el caso.
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